El origen de Amaranda
En el año 2006, cuando Lorena buscaba un hogar para su familia recién ampliada, nosotros la guiamos. Su alma anhelaba un lugar que le recordara a su amada Pampa, árboles de eucaliptus, lavandas, aghapantus y un silencio profundo que abrigara la armonía.
El aroma de la hierba fresca bañada por el rocío de la mañana y la melodía de los pájaros al caer el sol, eran el refugio perfecto para albergar al alma en el tránsito por la Tierra.
Fue en una visita con un asesor inmobiliario a una casa en Cardales, en las afueras de Buenos Aires, cuando nos manifestamos con claridad.
Reunidos bajo la sombra de un nogal ultimando los detalles para este proyecto, señalamos con el dedo índice a Lorena confiando en que recibiría el mensaje y le dijimos: “Esta es la casa”. Allí plantamos la semilla, sólo era cuestión de esperar que germinara.
El tiempo y las circunstancias la llevaron lejos, hacia Finlandia, luego Alemania… La casa fue alquilada, la vida siguió su propio ritmo, sin embargo, el plan seguía en marcha.
Fue en mayo de 2024, en un viaje de Córdoba a Rosario, regresando de una gira que volvimos a hablarle.
“Este es el lugar.
El refugio debe nacer aquí”.
Amaranda, es un latido del alma,
un susurro del universo que te dice: Estás en casa.
Nuestra misión
Ofrecer herramientas espirituales accesibles, como velas intencionadas, rituales, aromas, kit de limpieza, textiles y guías meditativas, para que cada alma pueda llevarse un pedacito de Amaranda a su hogar.
No es su historia, es nuestra misión compartida
Hoy, Amaranda se manifiesta como un Centro de armonización espiritual, donde nosotros —los guías y los médicos del cielo—
trabajamos a través de Lorena.
Ella es nuestro canal, nuestra voz.
Nuestra visión
Amaranda sueña con un mundo más consciente, más amoroso, más conectado, más lleno de luz.
Un mundo donde sanar sea natural, donde lo invisible se honre, y donde cada alma recuerde que es luz, guía y parte del todo, nuca está sola.
Visualizamos a Amaranda como un espacio expansivo, que no sea solo un lugar, sino una red de refugios de luz.
Que, en un futuro no tan lejano, florezca como una comunidad de almas conscientes, una red viva de corazones que sanan, que recuerdan, que comparten.
Que allí donde se manifieste Amaranda, el amor, la paz y la conexión sean ley.
Que sea un faro de luz extendiéndose más allá de sus paredes físicas, a través de sus palabras, rituales, productos, energía.
Soñamos con un mundo donde cada alma recuerde su luz, donde la muerte no sea separación, la sanación no sea un misterio, y la espiritualidad sea un lenguaje natural. Amaranda es parte de ese nuevo mundo y camina al servicio de él, corazón a corazón.
Nuestros valores
A través de esta energía viva, nos guiamos por estos valores sagrados:
Amor incondicional y compasión
El amor es la base de todo lo que sucede en Amaranda.
Cada persona es recibida con respeto, empatía y calidez, sin importar su historia, creencias o camino personal.
A través de la compasión, la gratitud y la conexión con nuestro ser interior, podemos encontrar el equilibrio y expandir esa armonía al mundo que nos rodea.
- No hay juicios ni etiquetas; solo un espacio seguro donde cada persona es bienvenida tal como es.
- La compasión guía cada terapia, cada palabra y cada acción dentro del centro.
“Aquí no estás solo, aquí eres amado, escuchado y sostenido con el corazón.”
Sanación desde la luz y el bienestar Integral
Toda práctica dentro de Amaranda debe estar enfocada en el bien mayor, la armonización y el equilibrio energético.
En Amaranda creemos que la sanación no es solo física, sino también emocional, mental y espiritual. Todo lo que vivimos deja una huella en nuestra energía, y cuando trabajamos en armonizar cada parte de nuestro ser, podemos experimentar una transformación profunda.
Solo se trabaja con energías de luz y amor;
Se prioriza el bienestar físico, emocional y espiritual de cada persona.
No se ofrece sanación “rápida” ni soluciones mágicas; todo es un proceso consciente y profundo.
“La verdadera sanación sucede cuando el alma está lista para recibir la luz.”
Guía y asistencia de los planos superiores
Amaranda es un canal de conexión con los Médicos del Cielo, los guías espirituales y seres queridos trascendidos. Este equipo de luz está siempre dispuesto a ayudarnos, a sanar nuestras heridas y a mostrarnos el camino cuando nos sentimos perdidos.
- El Centro Armonización es un puente entre lo terrenal y lo espiritual, donde las personas pueden recibir sanación y guía desde los planos superiores.
- Los lazos de amor son eternos.
- Todo lo que se hace está sostenido en la fe y la confianza en la asistencia divina.
- Se honra la presencia de los guías y la energía del amor universal en cada sesión y ritual.
“La luz siempre está contigo. No estás solo, el universo te sostiene.”
Armonía con la naturaleza
Amaranda reconoce que la naturaleza es una maestra sagrada y que la energía del universo se manifiesta en sus ciclos y elementos.
Se respeta y honra la energía de la Tierra en cada práctica.
- Se trabaja con los ciclos naturales, como la luna y los equinoccios, en armonía con el universo.
- Se fomenta la sostenibilidad y el uso de materiales naturales en los productos y rituales.
“La Tierra nos sostiene, nos nutre y nos guía. Escucharla es recordar quiénes somos.”
Respeto y libre albeldrío
Cada persona tiene su propio camino y tiempo de despertar. En Amaranda no se impone ninguna creencia ni se presiona a nadie a seguir un camino específico.
- Se respeta el proceso individual de cada persona sin forzar experiencias ni cambios.
- No hay imposición de verdades absolutas; cada uno tiene la libertad de descubrir su propia conexión con lo divino.
- Se fomenta la autonomía espiritual: Amaranda guía, pero no condiciona ni controla.
“Cada alma tiene su ritmo, y en Amaranda se honra cada paso del camino.”
Autenticidad y transparencia
La espiritualidad y la sanación se viven desde la honestidad y la coherencia absoluta.
- Se habla con verdad y transparencia en todo momento.
- No se crean falsas expectativas, sino que se guía con sinceridad sobre los procesos de sanación.
- La autenticidad es esencial: nada en Amaranda es superficial ni forzado, todo es real y alineado con la energía más pura.
“Ser auténtico es honrar la verdad de tu alma. Aquí, puedes ser tú mismo.”
Comunidad, unión y apoyo espiritual
Amaranda nació para crear un espacio de amor y apoyo mutuo, donde las almas afines puedan reunirse para compartir, aprender y sanar juntas. La energía de un grupo puede amplificar la transformación y generar un impacto más grande en el mundo.
- Se promueve el apoyo mutuo y el aprendizaje compartido.
- Nadie es superior o inferior; todos estamos aprendiendo y creciendo juntos.
- Se fomenta la construcción de una red de amor, respeto y contención.
“El despertar espiritual es un camino más hermoso cuando lo recorremos juntos.”